Es más fácil expresar los sentimientos y pensamientos en un folio que lanzarlos al aire.

La hora de dormir (relato escrito para Castellano)

Dentro de la habitación rosa, entre los peluches con forma de conejitos y ositos, la niña soñaba. Soñaba con nubes de algodón y arco iris. Soñaba con palacios de cristal, con príncipes y vestidos de seda. Ella caminaba por elegantes pasillos iluminados por velas, bailaba en salones interminables al son de hermosas melodías. Entre nota y nota, la niña corría por los jardines de cristal, donde las rosas, grandes y hermosas, le cantaban al pasar. Ella era feliz en su mundo de cristal, donde ella, tranquila, podía soñar. Soñar con enormes caballos blancos de crines doradas, con collares de perlas y sirenas en la playa. Ella podía soñar y soñar. Entre las sabanas lilas, encogida en su pijama, la niña soñaba. Soñaba arropada por la ignorancia de su edad. Feliz de poder volar. Volar por un cielo rosa con nubes de azúcar, volar con los pájaros y las mariposas. Allí, entre tela y peluches, la niña soñaba con lo imposible. Soñaba con las estrellas. Soñaba con la luna blanca, que tras la ventana, con cara de mamá, la miraba todas las noches soñar. Porque por la noche, la niña, solo sabe soñar.

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